Con los ojos cerrados, con los brazos abiertos, con sonrisa elocuente sobre labios callados, y en doble ofrecimiento los senos descubiertos, y los ojos abiertos, y los brazos cerrados,
ven a mí con la audacia que ni duda ni niega, vestida de ilusiones, desnuda de temor, exhibiendo en el gesto definitiva entrega, que te estoy esperando para hacer el amor.