Un joven una noche, fue a la piscina de la universidad a la que pertenecía.
Las luces estaban todas apagadas, pero como la noche estaba clara y la luna brillaba, había suficiente luz para practicar.
El joven se subió al trampolín más alto y cuando volvió la espalda listo para saltar a la piscina, al filo de la rampa, extendió sus brazos y vio su propia sombra en la pared.
El joven quedó impresionado, ya que la sombra de su cuerpo tenia la forma exacta de una cruz.
En lugar de saltar, sin saber el porqué, se arrodilló y oró. Le pidió a Dios que entrara en su vida.
Mientras el joven permanecía quieto orando, el personal de limpieza ingresó y encendió las luces.
'HABÍAN VACIADO LA PISCINA PARA REPARARLA'.
Esta es la prueba más simple que " El " existe.
¿Por qué quedarnos con los brazos cruzados ante las injusticias del mundo, cuando el hombre más
grande murió con los brazos abiertos?
¿Qué vas a hacer tú?