No mires la vida como una carga…
sino como un entendimiento.
No la mires como una diversión…
sino como una siembra.
No la mires como un capricho…
¡sino como una obra de Dios!
No la mires como una improvisación…
sino como una laboriosidad
de muchos años.
No la mires como algo incomprensible…
sino como algo lleno de sabiduría.
No la mires como un juez para juzgar…
sino como una maestra para aprender
No la mires como toque de magia
o racha de suerte…
sino como un designio divino,
como un llamado, un mandato,
un encargo, un nombramiento, una misión.
Dios da la vida como una opción…
puedes escoger tu camino…
la da como una obra…
puedes grabarte en ella…
como un medio de desarrollo…
puedes saciar tu sed de crecer…
La vida es una vasija, un barro,
una materia dúctil…
¡Dale la forma
y la profundidad que quieras!
La vida no es una permanencia…
Es un recorrido…
No es inmutable…
Gira en favor y en contra…
No puedes pararla…
Tienes que envolverte en su movimiento…
No es castigo…
es prueba.
No es molde…
es adaptación.
Zenaida Bacardí de Argamasilla