Ya no me gusta cumplir año, lo confieso, pero siempre que se acerca el día de mi cumpleaños,
me siento inquieta, contenta y quisiera que todos los supieran porque "es mi día"...
Cuando llega el día y abro los ojos al levantarme, lo primero que pienso es:
"¡Wow! Un año más sobre las espaldas... ¿Me pesará, podré levantarme? Ayyy, gracias Señor, por dejarme llegar hasta aquí.
No siempre digo las primeras oraciones, pero lo que sí siempre hago es agradecer a Dios el día de mi cumpleaños.
Cumplir un año más es simplemente una bendición del Señor.
No hay mejor definición. Y mientras más años tenemos, significa que... hemos sido más bendecidos...
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