¿SABES DONDE VIVES? - ¿VIVES DONDE SABES?

  ¿No estamos viviendo, hermanos creyentes, en una sociedad narcotizada?¿Somos conscientes de lo que está sucediendo a nuestro rededor?

Una juventud que va a la deriva sin escuchar a nadie porque, y es lo más grave, nadie le habla, le corrige o aconseja. De 4 parejas que se hacen 3 se rompen al poco tiempo…..Cuatro millones y medio , por ahora, de gente –la mayoría jóvenes- sin trabajo y si esperanza. Está volviendo la emigración a Alemania. Antes nos fuimos los analfabetos, ahora se van nuestros títulos universitarios… Los sindicatos, organizaciones sociales para defensa del trabajador, ¿donde están? ¿ Con poner el cazo ante las arcas del estado –de todos- ya tienen bastante? ¿La Familia nada tiene que decir ni opinar ante el futuro que se juegan nuestros hijos? Está esperando que otros lo hagan? Cuando la familia permanece muda y se deja arrebatar su papel natural por las fuerzas políticas, el país va al caos. Pero …pero ¿y la Iglesia? ¿No vemos algún problema? ¿Por qué estar tan calladitos, obedientes y sumisos al ambiente ?  Todos asistimos, guardando silencio ante la masacre – ¿de la guerra?- No, aún más grave, del los tugurios abortivos que se están forrando con sangre inocente de nuestra sangre. La Eutanasia o “muerte digna”, para engañar a incautos, la tenemos ya en casa….. En este país no se gasta nada en ayudar a la madre, pero se le dan instrumentos para destrozar a su hijo antes que pueda llorar. En nuestros hospitales no se desarrollan los medios paliativos para evitar el dolor del enfermo terminal pero le quitamos el alimento y el agua para que no se queje – como está sucediendo en Andalucía ya. A eso Jaimito y Cantinflas lo llamarían: ¿“ muerte digna”?

                          PARA TI, CREYENTE EN JESUS                     

                           (Ez.33,7-9; Rom. 13,8-10; Mt.18,15-20)

La postura cristiana ante los acontecimientos de la vida ha e ser distinta y generalmente incómoda en la sociedad de hoy. Claro, contando con  que hablamos del cristiano creyente en Jesucristo que vive su mensaje con alegría y libertad. Seremos incómodos o raros, dicen algunos, porque no bailamos a cualquier son y menos al son que quieran tocarnos los ateos o indiferentes, pero esto, sólo en tanto en cuanto vivamos conscientes de que nuestra Iglesia Católica no fue constituida por Jesús  como una mera sociedad de seguros religiosos con numerosas agencias que serían nuestras parroquias, sólo, en tanto en cuanto vivamos convencidos de que Jesús proyectó una sociedad FRATERNAL  entre sus discípulos para AYUDARNOS mutuamente, para ser SAL y FERMENTO del Reino de Dios, para ser PARABOLA  de referencia para la sociedad civil. Esto precisamente es lo que nos hace cristianos católicos y lo que hacía rechinar los dientes a los ateos y anticlericales de España, las vísperas de venir el Papa a Madrid para encontrarse con un millón de jóvenes que no insultaban ni llevaban pancartas ofensivas porque presentaban sus caras limpias, serenas y llenas de alegría fruto de un corazón enraizado en Jesucristo.. Todo el pueblo de Madrid y los que vivimos de cerca el ambiente , podemos certificar y certificamos que donde reina el espíritu de Dios, se entiende todo el mundo, se vive, se canta y se baila sin necesidad de policía alguna. Y pudimos comprobar que, donde lo que reina es el odio, la violencia, el desorden  y el asco, da como fruto el convertirse las personas en matones, por mucho que quieran llamarlos, como hace nuestro gobierno socialista , “pacifistas, demócratas y gente con buena voluntad”. La realidad es que han sido la nota deshonrosa de nuestro país por el mundo entero y aquí necesitaron de policías y alambradas para evitar su agresión a ciudadanos religiosos, alegres y pacíficos. Nosotros estamos enraizados en la fe, los del odio y la violencia lo están en el rencor y la maldad.                                                                                                              

                                                             ¡AYUDÉMOSLE Y NO NOS HAGAMOS CORRESPONSABLES DEL MAL ¡