Adiós al llorar a esa amiga
ahora ausente al atardecer.
Lloró el cielo tu agonía,
y la tarde iluminó tu despedida.
Ahora cuando mire al cielo
sabré que viajas en una nube,
sabré que una estrella
es el brillo de tu mirada.
Un pañuelo al aire,
que no es un adiós,
es un Hasta Siempre,
en mi corazón.
Y en nuestro recuerdo
permanecerá la vida
de aquellos que amamos,
que por no tenerlos a nuestro lado,
más los amamos.
Y en su recuerdo encontraremos
como llenar el vacío
que en nuestra vida dejaron.
Descozco autor.