Ahora, pues, ninguna condenación
hay para los que están en Cristo Jesús,
los que no andan conforme a
la carne, sino conforme al Espíritu” Rom 8:1
Creer en Jesús, es realmente un arte.
El arte de su obra bien terminada en la
cruz me liberó de la culpabilidad,
esa obra majestuosa en la que me condujo
fuera de la prisión y me quitó todas
las trabas de la esclavitud y por supuesto
me liberó del pecado, hoy camino en libertad,
porque su sangre me quitó todo el peso
que me asediaba. Ahora, hoy puedo
acercarme con libertad y confiadamente
al trono del Padre, porque ya ninguna llama
de venganza me asusta, ninguna espada
ardiente sale de su trono para atemorizarme
y la justicia jamás podrá aplastar al inocente.
Por esa obra en la cruz , mis incapacidades
están lejos y ahora puedo llegar ante la
presencia del Dios Santo y recibir de
él misericordia. En un tiempo le temía
al infierno, pero ahora ya no temo,
porque ya no hay castigo para el inocente.
El que cree ya no es condenado y por lo
tanto no puede ser castigado. Ahora los
privilegios de los que nunca pecaron
están sobre mi, porque por la obra de
Jesús en el Calvario me han sido
entregados en su gracia y en su amor.
Todas las bendiciones de los que habrían
guardado la ley son para mi, porque
me han sido entregadas en su amor y misericordia.
Todo el amor y la aceptación que la
obediencia perfecta podría haber
obtenido de Dios, me pertenecen,
porque Cristo fue perfectamente obediente
para compartirme ese beneficio. Oh! cuan
grande la deuda de amor y gratitud hoy
tengo para con mi Salvador! Un deudor
al perdón soy y por ese perdón de pacto
hoy canto, ya no temo ni me angustio,
los terrores de la ley ya no tienen poder
sobre mi, y por su amor estoy ahora
impulsado a la obediencia, servirle y amarle de verdad.
Gracias Señor porque me haz hecho libre
de la condenación y ahora puedo cantar
como un preso que ha salido libre: Ahora
, pues ninguna condenación hay para mi,
porque ahora estoy en Cristo.
Sólo una obra divina podía salvarme
y hoy quiero vivir sin ninguna condenación
alabando y adorando tu nombre…
porque para siempre es tu misericordia
. Quiero en agradecimiento, vivir en
obediencia total, porque eres mi Dueño y Señor- Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano.
|