Ahora estoy con el árbol Besador de la brisa Cazador de los pólenes viajeros Mano en caricia abierta de hojas hacia el cielo desde su mundo exacto circunscrito al rumor.
Sobre la superficie inmensa de este mundo —planta piedra y ceniza— cuán pequeño el espacio del árbol Y qué alto de ramas y verdad y poesía Y de Dios...
Y raíces
dónde acunó en tersura la semilla y arraigó de la entraña de la tierra su proyectado mundo de frescura
Si casi cabría el corazón del hombre con su semilla de trémula esperanza con la raíz incierta de su pie descalzo
Pero... el hombre
El pobre hombre no es como el árbol El árbol no conoce el dolor, de la espera y la duda
Crece sin prisa hacia la flor y el fruto
A esperar la hermosura.
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