DEJAR LIBRE
Dejar libre no significa que deje de ocuparme.
Quiere decir que no puedo hacerlo por
otro. Dejar libre no es desentenderme,
sino darme cuenta que yo no controlo a otro.
Dejar libre no es capacitar, sino permitir
que otro aprenda con las consecuencias
naturales. Dejar libre es admitir la
importancia que significa que el resultado
no esté en mis manos. Dejar libre es no
tratar de cambiar o culpar a otro,
pues sólo puedo cambiarme a mí mismo.
Dejar libre es no juzgar, sino permitir que
otro sea un ser humano. Dejar libre es
no estar en el medio arreglando todos
los resultados, sino permitir que otros
influyan en sus propios resultados.
Dejar libre es no ser protector, es permitir
que otro enfrente la realidad. Dejar libre
no es negar, sino aceptar. Dejar libre
es no sermonear, reprender o discutir,
sino buscar mis propias faltas y corregirlas.
Dejar libre es no ajustar todo a mis deseos,
sino tomar cada día como viene y atesorar
el momento. Dejar libre es
no criticar y regular a cualquiera,
sino tratar de convertirme en lo que
sueño que puedo ser.
Dejar libre es no lamentar el pasado,
sino crecer y vivir por el futuro.
Dejar libre es temer menos y amar más.
-Selecto.
PENSAMIENTO:
TRACEMOS ESTA META Y QUE SEA NUESTRO LEMA.
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