PAGAR PARA ORAR - NUESTRO MUNDO

Por Isaías Alvarado, impreMedia

Los ministros de la Iglesia Metodista Plaza, con casi 100 años de historia en la Calle Olvera, sólo tendrían 80 horas al mes (menos de tres horas por día) para realizar servicios religiosos y programas sociales, si su intención es no exceder una cuota base de 663 dólares propuesta en un acuerdo tentativo de alquiler.

A los líderes religiosos, que durante 50 años pagaron una renta anual de un dólar, les parece absurdo que ahora deban apelar a la generosidad de sus feligreses para mantener abiertas las puertas del templo, mas aún si desean ofrecer mayor asistencia a la comunidad.

"Crea la imagen de que hay que pagar para orar", expresó el pastor René Ledesma, quien explicó que los principios de la iglesia metodista impiden cobrar por la celebración de los sacramentos. "Será imposible obtener ese dinero, a menos que pidamos ayuda económica a otras iglesias del país", dijo el ministro.

Después de intensas reuniones que desde el año pasado realizaron representantes del templo, de la oficina del concejal José Huízar y de distintas agencias municipales, el lunes se alcanzó un plan tentativo de arrendamiento en sustitución del antiguo contrato que expiró en 2006.

Sus puntos clave son: que la congregación permanezca ahí por 15 años, con la posibilidad de extender el plazo por otros 15, pagar una renta mensual de 663 dólares por hasta 80 horas de servicios religiosos y comunitarios y permitir el acceso a los visitantes. La propuesta anterior exigía un cobro de 1,400 dólares por mes, considerando el tiempo permanente de operación.

"Este acuerdo toma en cuenta la contribución que ha hecho la Iglesia Metodista de la Plaza por casi cien años", dijo el concejal Huízar. "Sin duda mantendremos abierta la iglesia. Sería una pena si otra cosa ocurre", recalcó el funcionario.

Establecido en 1916, el templo se encuentra en uno de los períodos más turbulentos de su historia, cuando ha sido necesaria la intervención del Concejo Municipal para que El Pueblo, la entidad que administra la Placita, les haya devuelto las llaves de los portones a los ministros.

"La gerencia monitorea a qué hora llegamos, por cuál puerta entramos. ¡Qué desperdicio de dinero y tiempo!", exclamó Betty Venegas, cuya familia ha colaborado en esa iglesia desde 1936. "La idea de la ciudad era echarnos", indicó.

Antes de conocer los términos del acuerdo de alquiler, decenas de personas marcharon de la Placita Olvera al ayuntamiento de Los Ángeles con pancartas con las frases: "Salven al Pueblo de los urbanistas" y "No destruyan la historia".

No está claro cuánto se cobrara cada vez que la iglesia rebase las 80 horas mensuales del tiempo "base". La oficina del concejal Huízar afirma que este plazo se fijó consultando a los líderes del templo, pero Leonora Barrón, de la Fundación Urbana Metodista Unida de Los Ángeles, reclama que este plazo limitaría sus actividades. "Entre más hagamos por la comunidad más tendremos que pagar", dijo.

El concejal Huízar subrayó que no pudo hacer más por un sitio que ha sido vital para el crecimiento de la ciudad, por la división que marca la Constitución entre la Iglesia y el Estado. Precisamente el lenguaje del acuerdo sera revisado por la Procuraduría Municipal para luego enviarlo a la Comisión de El Pueblo y al pleno del concejo. Se prevé que el contrato final se firme por ambas partes en noviembre.