Sé de un pintor atrevido Que sale a pintar contento Sobre la tela del viento Y la espuma del olvido.
Yo sé de un pintor gigante, El de divinos colores, Puesto a pintarle las flores A una corbeta mercante.
Yo sé de un pobre pintor Que mira el agua al pintar, -El agua ronca del mar,- Con un entrañable amor.
José Martí
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