Un cristiano estaba caminando por la calle cuando se encontró con el dueño de una compañía que fabricaba jabones.
Mientras hablaban, el fabricante de jabones dijo: -”El evangelio que usted predica no puede ser muy bueno, porque todavía hay mucha gente mala.”
El cristiano notó que había un niño cerca jugando con lodo. El niño estaba manchado de barro de pies a cabeza.
El cristiano dijo a su amigo: -”Su jabón no puede ser muy bueno, porque todavía hay mucha suciedad en el mundo.”
El hombre respondió: -”Bueno, el jabón solamente limpia cuando una persona lo usa.”
-”¡Exactamente!… Igual pasa con el Evangelio- dijo el cristiano”
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