DÍA 27 DE OCTUBRE
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JORNADA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN EL «ESPÍRITU DE ASÍS». El 27 de octubre de 1986, invitados por el papa Juan Pablo II, acudieron a Asís los responsables y líderes de las grandes religiones del mundo, para participar en una «Jornada Mundial de Oración por la Paz». En su discurso de bienvenida el Papa les dijo: «Elegí esta ciudad de Asís como lugar para nuestra Jornada de oración por la paz, debido a lo que representa el Santo que aquí se venera, san Francisco, conocido y respetado por infinidad de personas en todo el mundo como un símbolo de paz, de conciliación y de fraternidad». Desde entonces se han venido celebrando otras jornadas semejantes en diversas ciudades del mundo y los Ministros generales de la Familia franciscana establecieron que en sus fraternidades se conmemore aquel encuentro con celebraciones acordes con el «espíritu de Asís», como lo definió Juan Pablo II.
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PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Dijo Jesús: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos» (Mt 5,7-10).
Pensamiento franciscano:
Dice san Francisco en su Regla: «Los hermanos que van entre infieles, pueden conducirse entre ellos de dos modos. Uno, que no entablen disputas ni contiendas, sino que estén sometidos a toda humana criatura por Dios y confiesen que son cristianos. Otro, que, cuando vean que agrada al Señor, anuncien la palabra de Dios, para que crean en Dios omnipotente y en su Hijo, y para que se bauticen y hagan cristianos» (cf. 1 R 16,5-7).
Orar con la Iglesia:
Oremos a Dios Padre, fuente y origen de todo bien, en nombre de Jesucristo, Príncipe de la Paz.
-Por la Iglesia: para que los hombres vean realizadas en ella sus aspiraciones de paz y de justicia.
-Por los cristianos: para que trabajemos sin descanso en la instauración de la justicia que lleve a una paz estable y duradera.
-Por los gobiernos de las naciones: para que fomenten la solidaridad y busquen el mayor bien y progreso de todos los pueblos.
-Por los discípulos de Cristo: para que con nuestra oración y nuestras obras vayamos construyendo sin cesar el reino de Dios.
Oración: Dios, Padre nuestro, tu Primogénito nos dijo: «La paz os dejo, mi paz os doy»; concédenos a cada uno vivir ese don de tu Hijo con tal intensidad, que redunde en bien de los demás. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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QREMOS POR LA PAZ EN EL MUNDO.