En aquella misma hora Él se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de Tu agrado. — Lucas 10:21
¿Recuerdas el concepto de la gracia? Si pudiéramos captar las verdades espirituales por medio de nuestra inteligencia natural, no necesitaríamos la gracia. El Señor esconde Su sabiduría y Sus caminos dentro de verdades simples que el mundo desdeña como algo tonto y sin sentido. Porque Sus caminos son mucho más altos que los nuestros, y Sus pensamientos trascienden nuestra limitada habilidad mental, Él intencionalmente ha hecho las verdades de Su reino en la tierra muy, muy sencillas.
En un sentido, las ha escondido debajo del lugar donde las personas inteligentes de mucho mundo pensarían en buscar.
Aparte del hecho de que Él es Dios, de modo que cualquier cosa que elija hacer es la forma en que va a ser, Dios ha elegido usar cosas aparentemente simples para cumplir Sus propósitos por dos razones básicas: Primero, Él quiere que nosotros le creamos a Él y a Sus palabras, en lugar de que pensemos que podemos descifrar todo por nosotros mismos.
Segundo, Él quiere que podamos gloriarnos en Él, no en nosotros mismos. La tentación de apoyarnos en nuestros logros y gloriarnos en ellos es bastante tonta en Su reino. Pero “gloriarnos en el Señor” (o sea, adorar) es increíblemente sabio, y pone en movimiento a muchas fuerzas poderosas. De algún modo, la adoración es la forma más elevada de impresionar a otros al mencionar a la persona más importante y famosa del universo.
En medio de circunstancias complicadas y difíciles, siempre progresaremos más al “mencionar Su nombre” que si tratamos de convencer a todo el mundo de cuán grandes somos nosotros.
¿Qué piensa el mundo acerca de la sabiduría de Dios?
¿Qué piensa Dios acerca de la sabiduría del mundo?
¿Por qué el Señor elegiría usar una forma “simple” para salvar al mundo cuando podría haber hecho algo mucho más impresionante a los ojos del mundo?
Esto es lo que dice la Palabra de Dios sobre esto.
Porque ya que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios, mediante la necedad de la predicación, salvar a los que creen. — 1 Corintios 1:21
Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los cielos. — Mateo 16:17
Por tanto, os hago saber que nadie hablando por el Espíritu de Dios, dice: Jesús es anatema; y nadie puede decir: Jesús es el Señor, excepto por el Espíritu Santo. — 1 Corintios 12:3
Hoy, se que el Señor me mostrará las cosas ocultas y secretas por su pura gracia.
Señor, Gracias por tu bondad y por mostrarme aún lo que mi mente finita no puede entender, ayúdame hoy a oírte. Amén.