Hoy navega mi barca al infinito
buscando el faro de tu estropeada sonrisa;
y en el puerto ya nadie por mi espera.
Un vuelo de gaviota
atraviesa cortando el espejo del recuerdo
la marea del dolor arrecia mis sentidos
y el deseo de vivir se desvanece.
Tu nombre es tan azul como mis ansias
mis besos amaneceres de letargos grises
Y mis palabras ya no tienen orillas
naufragando desnudas en el mar de tu olvido.
Maria Miranda.