Creo en tu sonrisa, ventana abierta a tu ser. Creo en tu mirada, espejo de tu honestidad. Creo en tus lagrimas, signo del compartir alegrías o tristezas. Creo en tu mano siempre extendida para dar o recibir. Creo en tu abrazo, acogida sincera de tu corazón. Creo en tu palabra, expresión de lo que quieres o esperas. Creo en ti, así simplemente, en la elocuencia del silencio. Autor: E. Oshiro
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