Él guía mis decisiones para que lo honre en todo lo que hago.
Aun cuando tenga que enfrentarme a absurdas cantidades de correo electrónico, fallas del sistema, fotocopiadoras trancadas, abastecimientos atrasados, fechas de vencimiento imposibles de cumplir, cortes en el presupuesto, trámites burocráticos, recortes de personal, compañeros chismosos y clientes llorones, no me voy a dar por vencido, porque tú estás a mi lado.
Tu presencia, paz y poder me llevan a buen término.
Tú me levantas, aun cuando mi jefe no me ascienda.
Tú me reclamas,
Aun cuando la compañía amenace con despedirme.
Tu lealtad y amor son mejores que un cheque de bonificación.