Con un roce de mano y una sonrisa
una mirada alegre y desenfadada,
mi sueño parecía un cuento de hadas.
Me escribías en el aire que me querías,
me encontré perdida, me vi obligada
a escribirte en el aire cuanto te amaba.
Seguía confundida seguía abrazada
como los angelitos a mi almohada,
seguía despierta seguía soñando
que me estabas a mi contemplando,
sentía la lluvia sentía los rayos
mi corazón latía desesperado.
Tocó el reloj eran las cinco
me di un susto de muerte me puse en marcha,
se acabaron los sueños dejé mi cama
tan calentita con mi almohada,
¡el agua fría! puse el café
cerré mi puerta y eché a correr,
por el camino reía y lloraba
el autobús se me escapaba,
subí la última desanimada
se había difuminado el cuento de hadas,
llegué a la empresa y me cambié
cogí la ficha y la marqué,
tocó el timbre y eché a correr.
Llegué a mi puesto empecé a trabajar
como una loca hasta plegar,
llegué a mi casa me puse a descansar
CERRÉ LOS OJOS Y VOLVÍ A SOÑAR...
Ley Leyla.