Nadie puede creer en ti más que tú mismo.
Tú eres la fuente de donde surge todo lo que haces, piensas y sientes. Tú eres el que decide lo que haces, piensas y sientes. Cree en ti, porque tú eres una energía, inteligencia y amor, que están palpitando y queriendo expresarse a través de todo tu vivir.
Por todo esto, jamás podrás creer en nadie más que en ti mismo.
Recuerda que tú no eres tu cuerpo ni tu personalidad. No vives en tu cuerpo, sino que tu cuerpo y tu personalidad te tienen como fundamento a ti, a tu Ser real. Toda tu actividad física y psíquica se fundamenta en tu Ser real invisible.
De la Red