COMO DAR Y AYUDAR
Las personas en el tiempo de Jesucristo, como ocurre hoy, ayudaban pero tocando trompetas, o haciendo publicidad, para que la gente elogie la vida piadosa, y de beneficencia.
"Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa. "Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa. Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará”. Mateo 6:1-4
El Señor Jesucristo no condena, ni reprende el acto de dar y servir a la gente que necesita ayuda, sino condena el exhibicionismo, el arte de llamar la atención, pues hacerlo así, es recibir el elogio humano.
Lo adecuado, es que hagamos o demos ayuda a cada persona, sin llamar la atención, para que nadie nos rinda homenaje y nos aplauda, como en la política, para ganar réditos, sino que cuando usted ayude a alguien lo haga secretamente, para que Dios lo recompense, porque lo ha hecho como para Él, y recibirá su recompensa en público.
Hoy creemos que los piadosos, los llamados “santos”, son personas que hacen buenas obras para que la gente los aplauda, para ser famosos y tener influencia en la comunidad.
Felices los anónimos que ofrendan y que oran sin necesidad de buscar la recompensa humana. La pregunta, ¿Debe la sociedad saber las buenas obras que hacemos? Sí, en el sentido de ser Sal y luz, para que la gente alabe a Dios y Honre su Nombre, jamás para vanagloria nuestra.
Hoy done su tiempo, sintonice... ore para que podamos seguir escribiendo, predicando y enseñando para edificar su vida en el poder de Jesucristo.
OREMOS:
Padre, que dé al necesitado y ayude para honrarte y darte la Gloria..
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