Tenía nueve grandiosos meses con mi novia, nueve meses en los que pensé que era feliz a mi lado, por que yo así lo era.
Al cumplir los nueve meses con ella me di cuenta que ella no sonreía mucho a mi lado últimamente, una semana después le pregunte ¿si había alguien mas?, ella respondió que no, a lo que yo recalqué ¿por que ya no eres feliz a mi lado?, y ella respondió, si lo soy, yo le hice notar que no lo era, a lo que yo repetí, ¿hay alguien mas?, ella respondió…
SI.
El corazón se me partió en mil pedazos, el dolor me invadió, la pena y la soledad me tomaron en brazos, la fe en las personas desapareció, la mujer que amé con el alma, con el corazón y el cuerpo, que me repitió tantas veces que me amaba con el corazón… pensaba en alguien mas.
La mande con él, la abandoné… con el dolor en el corazón mi vida no sería la misma sin ella, cometí el grave error de poner mi felicidad en solo una persona. Deje de creer en el amor y comencé a sentir envidia de los que eran felices y sentía pena de mi mismo.
Pero unos pocos días después dije hasta aquí, comencé a poner todo en orden, mis sentimientos y mi amor propio. Dejé de echarme la culpa por lo sucedido, comprendí que yo di lo mejor de mi para ella y le dije a la que fue mi novia si quería regresar conmigo otra vez, porque aun la amaba.
La verdad, la perdoné… y olvidé, en esos días comprendí muchas cosas, que al amor ideal solo puede llegar uno solo, que el amor solo puedo sembrarlo en mi corazón y entregarlo, no puedo obligar a nadie a que me ame como yo a ella, que el amor verdadero es fuerte y soporta mucho, pero sobre todo perdona y olvida.
Hoy, sigo con ella, la hago sentir amada, como si nada hubiera pasado, pero yo se que si esto vuelve pasar, tendré que dejarla ir para no volver, el AMOR perdona y olvida pero no soporta el mismo golpe dos veces, si tu perdonas por segunda vez una traición tal vez no es amor.