Hubo un tiempo en el que amaba tus silencios. Venían de ti,
me llenaban,
me sobrepasaban.
Amaba esa forma de decir lo que se dice con lo que no se dice,
esa silente rima que tus mutismos encadenaban.
Las mudas palabras que encendían el océano de tu mirada,
que estallaban olas en tus labios.
Amaba los relatos de caricias que en aquella noche, cuando
la luna afónica de tanto
vocear nuestra pasión, iluminaba nuestros cuerpos.
Amaba las sendas quedas que
ribeteaban nuestros pasos,
cuando agarradas nuestras manos hablaban por nosotros.
Amaba... y eso bastaba...
Hasta que un dia, tu silencio abrió la brecha que rompió los
cimientos del puente de la comprensión.
Fue entonces cuando supe que hubo un tiempo
en el que amaba tu silencio...
y el silencios fue
quien nos separó.
de la red