Cuándo se presenta una oportunidad importante, pones en balanza las mejores cosas
y personas de tu vida para llegar a realizarte, sin embargo,
aún con todo el esfuerzo que esto implica sientes en un momento ya desistir
mientras todo parece estar perfecto, a la primera de cambio que estás en conflicto
con situaciones o personas; lo único que se te viene a la mente…
¿Qué estoy haciendo aquí, batallando?
Quieres dejar todo y llegas a un punto de inestabilidad.
Y de repente existe un instante de reflexión: La verdad es que la mejor forma de
reconfortarte y renovarte es hablar con Dios; aún cuándo no sabes si te escucha.
Cuándo ni siquiera sabes que exista.
Pero cuándo hay confianza hay fe y esta segunda; es la prueba de que
Dios existe mientras haya esperanza hay fe.
No todo en la vida sale como lo planeas, pero si pones tus mejor esfuerzo
y empeño en lo que haces.
La satisfacción es lo que sé queda de ti, plasmar una etapa de tu vida es el
mejor regalo que pueda existir en la humanidad.