Nada fortifica tanto las almas como el silencio que es como una oración íntima en que ofrecemos a Dios nuestras tristezas (Jacinto Benavente,1866-1954. Dramaturgo y crítico español galardonado con el Premio Nóbel de Literatura en 1.922).
Reflexión:
El silencio es un bien necesario y muy importante para nuestro bienestar personal y espiritual. El silencio aquieta la mente, nos invita al sosiego y a la calma, y nos facilita el poder de abstracción para elaborar conceptos y definiciones. El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes, según decía Thomas Carlyle (historiador y pensador inglés). El silencio en realidad, nos permite escuchar la voz de nuestro interior a través de la cual se puede manifestar nuestra trascendencia. Nada fortifica tanto a las almas como el silencio, porque a su través podemos establecer nuestra conexión con Dios.
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