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LA CONVERSIÓN DEL APÓSTOL SAN PABLO. Saulo de Tarso, fariseo fanático, discípulo de Gamaliel, fue desde muy joven perseguidor de la Iglesia naciente. Pero, cuando iba camino de Damasco para traerse presos a Jerusalén a los cristianos, se le apareció Cristo, lo derribó del caballo y le dijo: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Saulo acabó respondiendo: «¿Señor, qué quieres que haga?» Entró en Damasco y allí lo bautizó Ananías. Ya convertido, volvió a Jerusalén para conocer a Pedro y luego marchó a Tarso, donde permaneció hasta que Bernabé fue a buscarlo y lo integró en la comunidad de Antioquía. Algún tiempo después comenzó su carrera de Apóstol de las Gentes.
- Oración: Señor, Dios nuestro, tú que has instruido a todos los pueblos con la predicación del apóstol san Pablo, concede a cuantos celebramos su conversión caminar hacia ti, siguiendo su ejemplo, y ser ante el mundo testigos de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Escribe Pablo a Timoteo: --Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me revistió de fortaleza, y me consideró digno de confianza al colocarme en el ministerio, a mí, que antes fui un blasfemo, un perseguidor y un insolente. Pero Dios tuvo compasión de mí. Y la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí (1 Tm 1,12-14).
Orar con la Iglesia:
Contemplando a san Pablo, convertido a Cristo y elegido apóstol suyo, elevamos nuestra oración confiada a Dios Padre:
-Para que la Iglesia viva siempre la preocupación del Apóstol por la salvación de todos los hombres.
-Para que en la Iglesia todos nos sintamos enviados a proclamar el Evangelio a toda la creación.
-Para que cuantos profesamos la fe que san Pablo predicó, seamos testigos de Cristo ante los hombres.
-Para que, leyendo y meditando las cartas de san Pablo, crezca nuestra fe y se traduzca en obras.
Oración Escucha, Señor, las súplicas que, avaladas por la intercesión de san Pablo, te dirigimos hoy por las Iglesias de Oriente y de Occidente en el arduo camino de la unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.
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