DÍA 4 DE FEBRERO
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SANTA JUANA DE VALOIS. Hija de Luis XI, rey de Francia, nació con malformaciones el año 1464 en Nogent-le-Roy. Aún en la cuna, fue prometida en matrimonio al futuro Luis XII, con el que se casó en 1476. Tras veintidós años de calvario y sin haber tenido descendencia, su matrimonio fue anulado y ella se retiró al ducado de Berry, que gobernó con sabiduría y caridad. De siempre había llevado una profunda vida religiosa, a la que ahora podía dedicarse sin trabas. Gozó de carismas y fenómenos místicos extraordinarios. Bajo la guía de su director espiritual, el franciscano Gabriel María (Gilberto) Nicolás, fundó la Orden de la Anunciación, en honor de la Virgen, que desde el principio estuvo bajo el régimen de los franciscanos y participó de los privilegios de las clarisas. Murió en Bourges (Aquitania) el 4 de febrero de 1505.
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PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Dijo Jesús a sus discípulos: -Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre (Mt 7,7-8).
Orar con la Iglesia:
Oremos al Señor, nuestro Dios y Padre, rico en misericordia para todos los que lo invocan.
-Por todos los que llevamos el nombre de cristianos; para que comprendamos que sólo los humildes y pobres de espíritu serán dichosos.
-Por los pobres, los que sufren, los que lloran, los que tienen hambre y sed de justicia, los perseguidos...; para que confíen en Cristo que les dice: «dichosos vosotros».
-Por todos y por cada uno de los creyentes; para que no nos tengamos por suficientes y confiemos en Cristo y en el prójimo.
-Por cuantos aspiramos a la perfección evangélica; para que el Espíritu Santo anime nuestra vida de oración y devoción.
Oración: Señor, haznos conscientes de nuestras carencias y concédenos lo que tú bien sabes que necesitamos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.