Allí están, pisando los 50 y algunas esquivando los no muy lejanos 60…
Son las que defendieron a ultranza, aún con pena de no poder asistir al próximo “asalto”, el largo diminuto de sus faldas.
Las que se calzaron los Hot Pants con las botas bien largas y ajustadas.
Las que se hacían la “toca” y llevaban el pelo largo y muy lacio.
Esas que soñaban como Susanita con el príncipe azul, y adoraban a Mafalda y su ideario.
Aquellas
que eran en apariencia la incoherencia con forma de mujer pero que
engendraron la “generación de las mujeres más fuertes que pisaran el
planeta”.
Fueron las que soñaban con el príncipe azul y a la vez caminaron con paso firme y altivo a las Universidades.
Blandieron
las banderas de la “independencia femenina“ así como también
defendieron apasionadamente los ideales de LIBERTAD en la político.
Y
en medio de todo eso crecieron, dejaron la adolescencia, y entraron a
la juventud con los miedos de las dictaduras y las traiciones de quienes
representaban sus ideales.
Algunas
se encontraron con su “príncipe azul”. A otras, se les fue
“destiñiendo”, pero ellas se empeñaron en conservar como sea, la imagen
del azul que las había enamorado…
Algunas tuvieron hijos e interrumpieron sus sueños universitarios.
Otras,
lucharon a costa de noches insomnes salpicadas con sus compromisos
laborales y cumplieron con todos los mandatos a rajatabla, aún estando
solas.
Ahora
luchan contra el temido paso del tiempo, y lo hacen con la
majestuosidad de los grandes, dándole la bienvenida a las primeras
arrugas, defendiéndolas a capa y espada porque son las “señales” de sus
vivencias, en toda su magnitud.
Se
volvieron “viejas cancheras” y se enfundan en los mismos jeans que las
adolescentes y hasta salen airosas de las comparaciones…
Van al gimnasio aunque lo odien. Abandonaron las grasas y carbohidratos para seguir siendo parte de lo que fueron.
Amaron,
sufrieron y se cambiaron el color y largo del pelo cuantas veces la
depresión, las separaciones, las angustias, las pérdidas, los
sinsabores, las decepciones, se lo demandaron.
Criaron a sus hijos con libertad y aire “compinche”.
Lloraron
en la puerta de los jardines de infantes, en las primeras fiestas
escolares. Se aterrorizaron cuando los vástagos transitaban el final de
la secundaria y empezaban a decidir sus destinos.
Y
hoy están allí, cancheras, abriendo ventanas cuando los sofocones las
atacan, Arrasando las vidrieras de los shoppings cuando “otras ”
depresiones las invaden, y saliendo nuevamente sin cicatrices, porque
sólo ellas saben de verdad que la vida continúa y hay que transitarla
airosamente.
A veces los hijos las critican Porque”no saben nada”. Son descalificadas por esos “adolescentes eternos“…
Pero son las mismas, con un cuerpo que cambió y una historia de vida recorrida con pasión, que se calzaron aquellos Hot Pants…
Las que todavía recogen los pedacitos de sus amores y se aprestan a armarlos nuevamente, cada día…
Son “la generación de las mujeres fuertes”.
Agradezcamos
que existen y que hicieran que este mundo sea un abanico de
independencia femenina, de ideales de LIBERTAD y de Mick Jagger, Paul Mc
Cartney, mezclados con Julio Iglesias y las canciones del Nano…
Si,
parecieron y siguen pareciendo la incoherencia con forma de mujer, pero
bajo su piel hay un perfecto orden del amor, la entrega, los códigos,
la amistad, la vida misma..
No cuentes los años, cuenta los recuerdos lindos… Estas personas son de la generación de las:
“MUJERES FUERTES”