Este carnaval ganó la batalla esparció espigas del oro del trigo intangible que reluce entre lo que no se ve
¿Qué no se ve? El fotógrafo
Digamos que no se ve el sonido del verde excepto si percibes su olor
El óleo verde huele a trementina y el verde ¿a qué huele?
Si vamos por las rutas del verde volvemos al carnaval Eso es posible por la incesante necesidad que el verde tiene del rojo
En este carnaval el sacrificio consiste en derramar la leche del misterio en los pechos de los niños asesinados
A este carnaval sólo asisten las huestes de los Libertinos del Rayo danzantes al ritmo de la palabra no dicha sólo aprehensible por el eros de los objetos
Y la música todo lo conecta a partir de abismos de silencio que todo lo pueblan para que el ruido dance y sea la música de lo que se desvanece por fricción pero que resucita en roce universal
En este carnaval la música es médula y el alcohol una doncellita de oro a quien no la salpica la sangre de los masacrados sino el polvo solar del delirio
Para este carnaval sus nociones son dadas viviendo en las moradas del relámpago donde canta la espiga del oro imposible
Serás guerrero cuando veas fluir el oro de las lágrimas.