Comienza cada día como si fuese el primero del resto de tu vida,
siempre con esperanza, alegría y mucho amor para repartir,
para que así tu corazón esté contento y
satisfecho por cuanto lo intentas hacer lo mejor posible.
No permitas que nadie te robe esa alegría que llevas dentro de ti.
Tú tienes la fortuna de de tener mucho amor, muchas ilusiones
y mucho sueños, no lo desperdicies.
Cada día intenta aprender algo nuevo,
mira los días en colores, que lo opaco no le gane a la belleza
que tienes frente a tus ojos. Recuerda que cada vez que aprendes
algo nuevo tu mundo se amplía y avanzas en la vida y puedes disfrutar de mayor
satisfacción por quien eres. No hagas nada que te disminuya,
te mereces todos los sueños del mundo.
¡Fuera con quienes te quitan el sueño!
Porque sabes muy bien que si lo permites te lo pueden quitar todo…
menos la ganas de soñar que hay un mañana mejor para ti.