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SAN CASIMIRO. Hijo del rey Casimiro IV de Polonia y heredero del trono, nació en el castillo de Wawel (Cracovia) el año 1458. Recibió una educación esmerada y desde niño se hizo manifiesta su inclinación a la piedad y al bien. Siendo muy joven, los húngaros que se habían rebelado contra su rey, le ofrecieron la corona; no le agradó la propuesta por el uso de las armas y la injusticia que suponía. Decidió consagrar su castidad a Dios, y por ello no aceptó el matrimonio que le propuso su padre. Cumplió sus deberes como gobernante y cultivó de manera eminente las virtudes cristianas, la castidad, la penitencia, la caridad y la generosidad hacia los indigentes: la gente lo llamaba «defensor de los pobres». Fue también gran defensor de la fe. Tuvo particular devoción a la Eucaristía y a la Virgen María. Murió tuberculoso el año 1484, a la edad de 25 años, en Grodno y está enterrado en Vilna (Lituania).-
Oración: Dios todopoderoso, sabemos que servirte es reinar; por eso te pedimos nos concedas, por intercesión de san Casimiro, vivir sometidos a tu voluntad en santidad y justicia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Los discípulos preguntaron a Jesús: «¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?» Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: «Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial» (Mt 18,1-5.10).
Orar con la Iglesia:
Pidamos al Señor que, en la Cuaresma, nos haga más dóciles a su palabra, para que lleguemos completamente trasformados a la Pascua.
-Para que sigamos a Cristo al desierto y aprendamos de Él cómo hemos de afrontar las tentaciones.
-Para que practiquemos el ayuno, la oración y la limosna en el espíritu que Jesús nos enseñó con su ejemplo y predicación.
-Para que cada día encontremos lugar y tiempo para dedicarnos a la oración y la meditación de la palabra del Dios.
-Para que nuestro maestro Jesús nos conceda comprender su palabra y discernir en ella el camino de la esperanza y de la vida.
Oración: Señor, tú que nos concedes un tiempo propicio para la conversión y reconciliación contigo y con nuestros hermanos, haz que nos adentremos en el camino que lleva a la alegría pascual. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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