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SAN PACOMIO. Nació en Esna (Alto Egipto), hacia el año 287, de padres campesinos. A los 20 años se enroló en el ejército imperial. Cuando aún era pagano, estando preso en Tebas, se sintió impresionado por la caridad de unos cristianos para con los soldados detenidos, a los que llevaban ayuda por la noche, aprovechando la oscuridad. Este gesto de unos desconocidos lo llevó a hacerse cristiano. Una vez libre y liberado del ejército, se hizo catecúmeno, recibió el bautismo y se insertó en una comunidad cristiana campesina. Guiado por el anacoreta Palamón, que estaba al frente de una colonia de anacoretas, optó por la vida monacal. Siete años después, se estableció en Tabennisi y empezó a vivir como anacoreta por su cuenta, pero pronto se le agregaron compañeros, con los que empezó la vida en común. Comprobó que tal estilo de vida requería, además de la castidad perfecta, una sincera obediencia y una plena pobreza. Así nació la vida cenobítica, que pronto alcanzó gran prestigio. Tuvo que abrir numerosos cenobios, para los que escribió una Regla que se hizo famosa. Murió en la Tebaida de Egipto el año 347 ó 348.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico :
Respondió Jesús a Judas, no el Iscariotes, y le dijo: «El que me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió» (Jn 14,23-24).
Orar con la Iglesia:
Celebremos la bondad de Dios, que por Cristo se reveló como Padre nuestro, y digámosle de todo corazón: Acuérdate, Señor, de que somos hijos tuyos.
-Concédenos vivir con plenitud el misterio de la Iglesia, a fin de que todos encontremos en ella un sacramento de eficaz salvación.
-Padre, que amas a todos los hombres, haz que cooperemos al progreso de la comunidad humana, y que edifiquemos tu reino con nuestro esfuerzo.
-Haz que tengamos hambre y sed de justicia y acudamos a nuestra fuente, que es Cristo, el cual entregó su vida para que fuéramos saciados.
-Perdona, Señor, todos nuestros pecados y dirige nuestra vida por el camino de la sencillez y de la bondad aprendida de ti.
Oración: Señor, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestras obras, para que nuestro trabajo comience en ti, como en su fuente, y tienda siempre a ti, como a su fin. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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