
SANTA MARÍA MAGDALENA DE PAZZI. Nació en Florencia (Italia) el año 1566. Educada en la piedad, desde joven tuvo profundas experiencias espirituales y a los dieciocho años ingresó en el monasterio carmelitano de Santa María de los Ángeles de su ciudad. Llevó una vida de oración y de abnegación, orando constantemente por la renovación y fortalecimiento de la Iglesia que en Italia hacía frente a la difusión de la cultura neopagana del renacimiento y a la influencia de la reforma luterana. En el monasterio ejerció los cargos de sacristana, maestra de las jóvenes y de las novicias, y subpriora. Además, dirigió por el camino de la perfección a muchas de sus hermanas de religión. Dios la enriqueció con múltiples dones, éxtasis y revelaciones, de los que dejó constancia en sus escritos. Murió el 25 de mayo de 1607, y fue canonizada en 1669 junto con san Pedro de Alcántara.-
Oración:Señor Dios, tú, que amas la virginidad, has enriquecido con dones celestiales a tu virgen santa María Magdalena de Pazzi, cuyo corazón se abrasaba en tu amor; concede a cuantos celebramos hoy su fiesta imitar los ejemplos de su caridad y su pureza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Del profeta Isaías: «Sión decía: "Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado". ¿Puede una madre olvidar al niño que amamanta, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré» (Is 49,14-15).
Orar con la Iglesia:
Todos los bautizados en el Espíritu Santo, en unión con la Iglesia, glorifiquemos al Señor, y roguémosle: Señor Jesús, santifícanos en el Espíritu Santo.
-Envíanos, Señor, cada día el Espíritu Santo, para que ante los hombres te confesemos como Señor y Rey nuestro.
-Danos una caridad sin hipocresía, para que seamos sinceramente cariñosos unos con otros, como buenos hermanos.
-Dispón con tu gracia el corazón de los fieles, para que acojamos con amor y alegría los dones del Espíritu.
-Danos la fortaleza de tu Espíritu, y haz que sane y vigorice lo que en nosotros está enfermo y débil.
Oración: Señor Jesús, concédenos conservar siempre en nuestra vida y en nuestras costumbres la alegría y el calor de las fiestas pascuales. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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