CUANDO DESAFINA NUESTRA MÚSICA INTERIOR,
ES QUE NO ESTAMOS EN ARMONÍA CON EL UNIVERSO.
En su forma más elemental, la música es el vínculo de conexión de la voz humana con el oído de Dios. Los mitos de diferentes culturas aseguran que el mundo se formó a partir del sonido y que la música es el eco de la voz del Creador.
Todas las religiones y las tradiciones espirituales tienen sus himnos a la divinidad; generalmente se representan a los ángeles con cantores de loas a la gloria de Dios en el coro celestial o como tañedores de arpas o liras. Los monjes del Coro Tántrico Celestial realizan conciertos a lo largo del mundo en los que cantan por la paz mundial. Los ángeles nos animan a traer la música a nuestra vida y a expresar la música interior, para situarnos de forma natural en sintonía con Dios y con nuestra “musa” interna.
Cuando permitimos que nos guíe la musa – el espíritu o el poder al que se dirigen poetas, músicos y artistas en busca de inspiración – el espíritu se conecta con las más elevadas vibraciones y somos capaces de contribuir plenamente a la elevación espiritual del universo.
Para lograr armonía en la vida necesitamos distinguir entre las personas y las cosas en las que nos reflejamos instintivamente y las que son causa de discordia. ¿Con quién te sientes en armonía? ¿Con quién te encuentras desafinado? Escucha la canción de tu alma,
¿Estás bailando al son de otro? ¿Respondes a tus necesidades e impulsos creativos? La música es una poderosa fuerza curativa; deberías intentar escuchar más a menudo tu música favorita, moverte a su ritmo y cantarla, o empezar a tocar un instrumento para recuperar la vitalidad y la armonía en tu vida y dar salida a la expresión de tu espiritualidad.
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