Piensa en lo bueno, en lo amable,
en lo bello y en la verdad.
Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos
y emociones sanas y vívelas otra vez.
Visualiza aquél atardecer que te emocionó.
Revive ésa caricia espontánea que se te dio...
Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido,
piensa y vive el bien.
Allí en tu mente están guardadas todas las imágenes...
Y sólo tú decides cuáles has de volver a mirar !