Mortecino el sol
descubre con temblor la sepultura
libera puñales enterrados
que se alzan cercenan y desgarran
el corazón cicatrizado
deja carnes abiertas adonde
vuelven los caudales ensangrentados.
Los ojos otrora cerrados
desentierran la memoria
entre el pellejo y los huesos
la tortura revive.