ASÍ ANSÍO VERTE
Tiempo herido de la tarde, ahora.
Azucenas en tus manos, amor mío.
El aire se humedece con el río
que sale de esos ojos, sin demora.
Sobre todo, tu gracia encantadora.
El arco de tu pecho en el estío,
es cuerno de fortuna al que yo envío
el rayo de mis ojos, donde aflora.
Así, amor, así yo ansío verte,
con las flores de tu gracia en el adorno
de tu cuerpo, que es vela y estandarte.
Mi alma no se sacia nunca de quererte.
Toda mi alma añora tu entorno.
Quiero ser, en el festín, juez y parte.
A. Amado
(Sonetos de Amor y de Esperanza)