Cerrar puertas para abrir nuevos caminos
Todo gran logro de cualquier ser humano comienza con una idea y comienza con un plan. Pero… antes de
embarcarse en la tarea de planificar ese proyecto, tenemos que mirar hacia atrás para identificar aquellos
obstáculos que todavía tenemos en nuestro camino.
Piensa en este proceso como si fuera una preparación, como si tú partieras de cero. Y todos sabemos que si no
abonamos el terreno antes de plantar algo no va a crecer nada. Si no demolemos una casa vieja para poder
construir una nueva no podremos poner los cimientos de esa nueva construcción.
Entonces hay que deshacerse de aquellas cosas viejas para que quede lugar, para que entre lo nuevo.Porque
mientras nosotros sigamos mirando hacia atrás, mientras nosotros sigamos atrapados en nuestras experiencias
del pasado, que pueden ser de distinto signo pero que generalmente quedamos atrapados en los aspectos
negativos de nuestra existencia, entonces nada más importante que podamos diaria, semanal o mensualmente,
cerrar los asuntos del pasado, que es poner punto final a situaciones que venimos arrastrando quizás durante
muchos años, que no nos generan satisfacción y que sobre todas las cosasnos impiden el mirar hacia delante de
una manera diáfana, de una manera clara.
Por supuesto que cada uno tendrá su tiempo, que cada uno tendrá su verdad y que cada uno tendrá su realidad.
Pero lo cierto es que para iniciar un nuevo modelo existencial, un nuevo planteo para la vida, es necesario tener
un pensamiento nuevo y fresco, algo que nos permita proyectarnos de una manera diferente a la que veníamos
haciendo hasta el día de hoy. Y la mayoría de nosotros no somos conscientes de esa resignación que muchas veces
arrastramos durante mucho tiempo. Dejar las cosas del pasado bien terminadas es la puerta o el puente que une
el pasado con el futuro a través por supuesto del presente, pero zanjar esos episodios del pasado nos ayudan a
crear una base firme, una base sólida sobre la cual podemos construir un futuro con inspiración, con creatividad,
con ideas nuevas. Entonces para dar por cerrado esos episodios del pasado, tenemos que haber resuelto nuestros
problemas. No podemos crear una vida nueva y un modo de pensar nuevo, cuando tenemos un pasado lleno de
proyectos incompletos, de relaciones que han fracasado, de acuerdos que se han roto y de temas que están
todavía por resolver.
Es como que todo eso ocupa un lugar muy importante de nuestra mente. O sea, toda nuestra mente tiene una
capacidad limitada. Por lo tanto todas las circunstancias y todas las vivencias que nosotros vamos teniendo, van
ocupando cuidadosamente un lugar. Y si nosotros dejamos puertas entreabiertas y no terminamos de redondear
nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, nos vamos a encontrar con una pesada carga que nos va a costar
mucho poder vencer para poder dar lugar a esa nueva ideología que nosotros queremos instaurar para nuestra
vida, esa nueva identidad que estamos tratando de construir.
Si intentamos avanzar sin completar el pasado, vamos a tener el hecho de aceptar que estamos haciendo otra vez
un poco más de lo mismo. O sea, podemos creer, o podemos ilusionarnos que tenemos algún ingrediente diferente,
pero en realidad vamos por el mismo camino. Y acá la idea es que si hoy tú por alguna razón no estás satisfecho
con tu vida, trates de darle un giro radical, para que las cosas sean real y netamente diferentes y para que tú
puedas recepcionar un grado de satisfacción distinto, también a punto de partida de lo que has aportado de tu
propio esfuerzo.
Cuando fracasamos en lo que pensábamos triunfar, cuando nuestra vida de todos los días no se parece ni siquiera
a la visión de lo que es posible, cuando nuestras metas nunca se hicieron realidad, cuando nuestra esperanza de
vivir una vida diferente empieza a desvanecerse, ¿qué es lo que pasa con el ser humano? Se apagan sus sentidos y
poco a poco vamos resignando nuestro presente y nuestro futuro. ¿Por qué? Porque nos vamos convirtiendo en
seres automatizados, que solamente cumplimos con las funciones biológicas y con las mínimas funciones y
obligaciones sin generar esa inquietud, esa idea para tratar de agregar a nuestra vida, un sentimiento diferente.
Es muy difícil encontrar un ser humano que tenga todas sus situaciones de vida resueltas. Pero una cosa es tener
asuntos pendientes, una cosa es tener carpetas que todavía no hemos podido cerrar y otra cosa es que tengamos
un archivo de expedientes que no pudimos cerrar, o que no nos animamos a cerrar o que nos hemos resignado a
que queden abiertos por el resto de la vida.
Entonces, para abrirnos a la posibilidad de un futuro que sea desafiante, primero tenemos que realizar ese corto
viaje hacia nuestro pasado y estar dispuestos a descubrir las formas en que quizás nos hemos engañado o
decepcionado a nosotros mismos y también probablemente a los demás y tenemos que ver cuál es el modo en que
nosotros nos hemos saboteado durante mucho tiempo, quizás creyendo que la cesión de todo nuestro espacio y de
toda nuestra voluntad y nuestro deseo iba en pos de una armonía, iba en pos de un equilibrio, iba en pos de la
comprensión de lo que los otros necesitaban de cada uno de nosotros mismos.
Desconozco autor

|