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SAN GREGORIO BARBARIGO. Nació en Venecia el año 1625. El cardenal Chigi, después Alejandro VII, a quien conoció en Alemania, influyó mucho en su vida. Gregorio se ordenó de sacerdote en Roma el año 1655. Cuando al año siguiente estalló en la Urbe la peste, el Papa le encomendó la coordinación de la ayuda a los apestados. En 1657 lo nombró obispo de Bérgamo, y en 1664 lo trasladó a la sede de Padua. Como pastor, Gregorio tuvo por modelo a san Carlos Borromeo, y su ideal fue que la diócesis sintonizara con el Concilio de Trento. Su vida personal fue de gran piedad y austeridad, un ejemplo vivo para todos. En su gobierno celebró un sínodo diocesano y dio decretos de reforma, realizó visitas pastorales, cuidó con esmero el seminario y la formación de los sacerdotes, así como la catequesis popular y el catecismo a los niños en su dialecto, abrió escuelas, afrontó la oposición de los contrarios a las reformas. Murió en Padua el 18 de junio de 1697.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Dijo san Pablo a los Corintios: -Quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo (1 Cor 11,27-29).
Orar con la Iglesia:
Oremos a Dios Padre, que da el alimento a todo viviente.
-Para que formemos un solo cuerpo los que comemos de un mismo pan.
-Para que promovamos, como fruto y exigencia de la Eucaristía, el amor fraterno, la mutua ayuda, la solidaridad.
-Para que compartamos con los que sufren hambre nuestro pan de cada día, anuncio del pan de vida eterna.
-Para que el pan de la Palabra despierte en nosotros el hambre del pan de la Eucaristía.
Oración: Señor Jesús, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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