SAN ANTONIO MARÍA ZACCARÍA . Nació en Cremona (Italia) el año 1502. Estudió medicina en Padua, profesión que empezó a ejercer, pero que pronto dejó para prepararse y recibir la ordenación sacerdotal. Ordenado de sacerdote en 1528, se fue a Milán en 1530 y allí fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo, santo que era el norte y guía de su vida, también llamados Barnabitas por su casa madre en Milán (San Bernabé), y que tenía por finalidad promover la reforma del clero y de los laicos siguiendo las directrices del Concilio de Trento. Fundó también la comunidad de las Angélicas de San Pablo y la de Los Casados de San Pablo para comprometer a los seglares en el apostolado. Se le puede considerar como el precursor de san Calos Borromeo en la reforma católica. Murió en su ciudad natal el 5 de julio de 1539.
-Oración: Concédenos, Señor, crecer, según el espíritu de san Pablo, apóstol, en el conocimiento incomparable de tu Hijo Jesucristo, que impulsó a san Antonio María Zaccaría a proclamar en tu Iglesia la palabra de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Después del discurso de Jesús en la sinagoga de Cafarnaún sobre "el pan de vida", «muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También vosotros queréis marcharos?". Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios"» (Jn 6,66-69).
Orar con la Iglesia:
Demos gracias siempre y en todo lugar a Cristo, nuestro Salvador, y digámosle llenos de confianza: Ayúdanos, Señor, con tu gracia.
-Concédenos guardar sin mancha nuestros cuerpos, para que el Espíritu Santo pueda habitar en nosotros.
-Acrecienta en nosotros el amor a nuestros hermanos y el deseo de cumplir tu voluntad hoy y todos los días.
-Danos hambre del alimento que perdura y da vida eterna, y que tú diariamente nos proporcionas.
-Que tu Madre, refugio de pecadores, interceda por nosotros, para que obtengamos tu perdón y nos convirtamos más y más a ti.
Oración: Señor Jesús, que tu amor y tu misericordia dirijan nuestros corazones, ya que sin tu ayuda no podemos perseverar en tu servicio ni complacerte. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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