El profesor de filosofía tras entrar a su clase y colocar la silla sobre la mesa,
dice:
-Usen todo lo aplicable que han aprendido en este curso,
para probarme satisfactoriamente que ésta silla no existe.
Entonces, con lápices y gomas de borrar,
los estudiantes se lanzaron a sus épicos ensayos para demostrar que `ésta silla no existe'.
El joven Nasrudin, tras dejar escrita su respuesta,
a los 30 segundos se levanta y ante el asombro de sus compañeros y del profesor,
entrega su hoja y regresa a su asiento.
El día de la entrega de las calificaciones,
Nasrudin fue el que recibió el puntaje más alto de la clase.
Su respuesta fue: `Cuál silla?.