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SAN JUAN GUALBERTO, fundador de Vallumbrosa. Hijo de familia noble, nació hacia el año 995 cerca de Florencia, en el castillo de Petroio. En su juventud tuvo una experiencia extraordinaria: había jurado vengar el asesinato de su hermano y acabar con la vida del asesino. La celebración del Viernes Santo de 1003 le impresionó de tal manera, que perdonó al asesino, e ingresó en el cercano monasterio cluniacense de San Miniato. No tardó en dejarlo porque el abad era simoníaco. Marchó con un compañero a Vallumbrosa, donde fundó un monasterio al que pronto afluyeron las vocaciones; Juan tenía preferencia por los pobres. El monasterio era un grupo de cabañas en torno a una ermita. Allí la Regla de San Benito se observaba sin mitigaciones, el fundador y abad era para todos como una regla viviente, ejemplo de piedad y austeridad. Combatió con empeño la lacra de la simonía. Por el alto concepto que tenía del sacerdocio, no quiso recibir las órdenes sagradas. Fundó luego varios monasterios y murió en el de San Miguel de Passignano (Toscana) el 12 de julio de 1073.
-Oración: Oh Dios, artífice y amante de la paz, a quien conocer es vivir y a quien servir es reinar; fortalécenos en tu amor, para que devolviendo, a ejemplo de san Juan Gualberto, bien por mal y bendición por maldición, consigamos de ti el perdón y la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él» (Jn 3,14-17).
Orar con la Iglesia:
Oremos al Señor, nuestro Dios, fuente del agua viva.
-Por todos los que nos llamamos cristianos: para que se despierte en nosotros, como en la mujer samaritana, la sed de profundizar en la fe.
-Por los que no conocen el don de Dios y buscan insaciablemente: para que descubran el surtidor de agua viva, que salta hasta la vida eterna.
-Por los que se sienten saciados y tienen embotada su sensibilidad: para que se despierte en ellos el hambre del otro pan y la sed del agua que colma toda sed.
-Por nosotros: para que conozcamos más y mejor el don de Dios, la persona de Cristo, y aprendamos a ver la vida de un modo nuevo.
Oración: Señor, Dios nuestro, por medio de tu Hijo diste a la samaritana el agua de la vida; atiende a nuestras súplicas, danos de beber y derrama sobre nosotros el agua del Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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