CANONIZACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS . San Francisco murió al atardecer del 3 de octubre de 1226. Su fama de santidad era notoria en toda la Iglesia y los milagros se fueron multiplicando. Cumplidos todos los requisitos canónicos previos, el papa Gregorio IX decretó la canonización. Para llevarla a cabo se trasladó personalmente a la ciudad de Asís y el domingo 16 de julio de 1228, en medio de unos solemnísimos actos, inscribió a Francisco en el catálogo de los santos.
-Oración: Dios todopoderoso, que otorgaste a nuestro Padre san Francisco la gracia de asemejarse a Cristo por la humildad y la pobreza, concédenos caminar tras sus huellas, para que podamos seguir a tu Hijo y entregarnos a ti con amor jubiloso. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SANTA MARÍA MAGDALENA POSTEL. Nació en Barfleur (Normandía, Francia) el año 1756. Desde joven se dedicó a la atención de los pobres y a la educación de la niñez y de la juventud, para lo que fundó una escuela. Durante la Revolución Francesa, escondió en su casa a sacerdotes perseguidos y los ayudó a huir a Inglaterra, atendió a los enfermos y a los fieles supliendo la falta de sacerdotes, guardó objetos del culto y, con la debida autorización, conservaba el Santísimo y daba la comunión. En 1798 se hizo terciaria franciscana. Pasada la Revolución, volvió a sus obras de caridad y a la docencia. En 1807, con algunas compañeras, desde la más completa pobreza fundó y gobernó la Congregación de Hermanas de las Escuelas Cristianas de la Misericordia para la formación integral de las muchachas pobres. En 1832 puso la casa madre en Saint-Sauveur-le-Vicomte (Normandía), en una antigua abadía benedictina restaurada, donde murió el 16 de julio de 1846.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Después del anuncio del ángel: «Los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón» (Lc 2,16-19).
Orar con la Iglesia:
Oremos al Señor, nuestro Dios, implorando la intercesión de la Virgen María, nuestra Señora del Carmen.
-Por la Iglesia, que contempla en María la imagen radiante de la nueva humanidad salvada en Cristo: para que sea santa y misericordiosa.
-Por todos los que sufren y se encuentran en cualquier necesidad: para que experimenten la cercanía de la Virgen y la ayuda de los hermanos.
-Por los navegantes y los trabajadores de la mar: para que María del Monte Carmelo alivie sus penalidades y los conduzca a buen puerto.
-Por los enfermos y agonizantes: para que en su dolor y soledad se sientan en brazos de la Virgen Madre.
-Por los difuntos necesitados de purificación: para que pronto gocen de la plenitud de la gloria de Cristo y de su Madre en el cielo.
Oración: Escucha, Señor, nuestras súplicas, que te dirigimos confiando en la poderosa intercesión de santa María. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.