SAN SIMÓN DE LIPNICA. Nació en Lipnica Murowana (Polonia) entre 1435 y 1440. Desde niño destacó por su devoción a la Virgen y su afición al estudio. En 1454 fue a estudiar a Cracovia. Atraído por el ejemplo y la predicación de san Juan de Capistrano, que acababa de fundar en la ciudad el convento de San Bernardino, ingresó en la Orden franciscana el año 1457, y, terminados los estudios, recibió la ordenación sacerdotal hacia 1460. Se dedicó a la predicación, con palabra llena de fe, de sabiduría y de ponderación, reflejo de su vida de oración y del estudio de la Escritura. Como sus maestros Bernardino y Juan, fue un propagador de la devoción al Nombre de Jesús. Peregrinó a Tierra Santa, con la ilusión de dar la vida por la fe. En 1482 la peste asoló Cracovia. Simón se entregó al cuidado de los apestados; él mismo resultó contagiado y murió el 18 de julio de 1482. Lo canonizó Benedicto XVI el año 2007.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
«Señor, no me corrijas con ira, no me castigues con cólera. Señor mío, todas mis ansias están en tu presencia, no se te ocultan mis gemidos; siento palpitar mi corazón, me abandonan las fuerzas, y me falta hasta la luz de los ojos. No me abandones, Señor, Dios mío, no te quedes lejos; ven aprisa a socorrerme, Señor mío, mi salvación» (cf. Salmo 37).
Orar con la Iglesia:
Elevemos nuestra oración a Dios Padre, de quien procede la reconciliación y el perdón de los pecados:
-Para que la Iglesia sea siempre la casa paterna en la que también los hijos pródigos encuentren amor y acogida.
-Para que la Iglesia sea en toda situación instrumento y espacio de reconciliación y pacificación entre los hombres.
-Para que los cristianos, a la hora de perdonar, seamos fiel imagen del Dios del perdón.
-Para que los ofendidos perdonemos con la generosidad y benevolencia con que Dios nos perdona.
-Para que los contemplativos como María y los activos como Marta, tengan en la Iglesia su hogar acogedor.
Oración: Concédenos, Padre de bondad, vivir siempre reconciliados y en paz contigo, con nosotros mismos y con nuestros hermanos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
|