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SANTA BRÍGIDA. Nació en Suecia el año 1303. Desde la infancia el Señor le concedió gracias especiales, con conocimiento extraordinario de las realidades divinas y visiones. Siendo aún muy joven, contrajo matrimonio y tuvo ocho hijos, entre ellos Santa Catalina de Suecia. Ingresó en la Tercera Orden de San Francisco, y, aun viviendo en el mundo, a la muerte de su marido abrazó una vida más religiosa y austera. Fundó después la Orden de San Salvador. Trabajó incansablemente para que el Papa regresara de Aviñón a Roma, donde ella pasó la última parte de su vida. Peregrinó por penitencia y escribió numerosas obras, en las que expuso sus experiencias místicas, las visiones y revelaciones que había recibido. Murió en Roma el 23 de julio de 1373. Juan Pablo II la nombró en 1999 copatrona de Europa. -
Oración: Oh Dios, que guiaste a Santa Brígida por los diversos senderos de la vida y, mediante la contemplación de la Pasión de tu Hijo, le enseñaste de un modo admirable la sabiduría de la Cruz, concédenos que, siguiendo fielmente tu llamada, sepamos buscarte de todo corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
De la Carta a los Efesios: «Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor» (Ef 5,1-2).
Orar con la Iglesia:
Adoremos a Cristo, Señor nuestro y cabeza de la Iglesia, y digámosle confiadamente: Venga a nosotros tu reino, Señor.
-Señor, haz de tu Iglesia instrumento de concordia y de unidad entre los hombres, y a nosotros concédenos colaborar activamente en esa tarea.
-Protege, Señor, al papa, a los obispos y a cuantos has conferido la misión de cuidar de tu pueblo: que trabajen en unidad, amor y paz.
-Concédenos a los cristianos vivir íntimamente unidos a ti, para que demos testimonio, con nuestra vida y obras, de la llegada de tu reino.
-Señor, llena el mundo de tu paz, y haz que en todos los pueblos reine la justicia y el amor, y que ahí nosotros seamos pacíficos y pacificadores.
Oración: Ven, Señor Jesús, en ayuda de tus fieles, derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican, y renueva y protege la obra de tus manos en favor de los que te aman y bendicen. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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