EL ELIXIR DE LA VERDAD
Cierta vez, un hombre buscaba la verdad, y para ello visitó a un sabio anciano:
-He oído hablar de una medicina que permite conocer la verdad de las cosas, ¿podrías prepararme un poco de ese elixir?
-Para ello necesitaré un pelo de la cola de un león que habita junto al río.
-¿Cómo puedo conseguirlo? El león es fiero y seguramente me matará.
-Si quieres conocer la verdad de las cosas, debes traerme ese pelo.
El hombre marchó hacia el río, temeroso. Se escondió tras una gran roca, esperando al león. Cuando apareció el león para beber, observó sus grandes y afiladas garras y sus enormes y potentes colmillos. En cierto momento el león rugió y el hombre, muerto de miedo, huyó.
Al día siguiente volvió con un saco de carne fresca, y al ver acercarse al león a unos cien metros, la dejó a la orilla y se fue.
El siguiente día volvió con otro saco de carne y la dejó a unos cincuenta metros del león.
Día a día traía más carne y cada vez la dejaba más cerca del león y se escondía tras la roca observando cómo la devoraba. Hasta que un día dejó de esconderse y empezó a darle de comer de su propia mano. Su miedo era muy grande pero su deseo de conocer la verdad de las cosas era aun mayor.
Mientras le daba de comer lo acariciaba y le cantaba para tranquilizarle. Hasta que un día en que el león saciado se quedó dormido, le arrancó el pelo de la cola y corriendo se la llevó al sabio.
-Te traigo el pelo de cola del león, le dijo. Así que, ahora prepárame el elixir de la verdad.
El anciano miró al hombre a los ojos , y tras unos momentos de silencio le dijo:
-Eres osado, valiente, hábil y tenaz en tu búsqueda. pero no existe ningún elixir de la verdad, pues la verdad está en tu interior, no en el exterior. Si sigues buscando con la misma tenacidad que con la que buscaste el pelo del león llegarás a alcanzar la verdad de todo, y estarás más cerca de la persona que quieres ser.
Cuento etíope.
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