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SANTOS PONCIANO e HIPÓLITO. Los santos mártires Ponciano, papa del año 230 al año 235, e Hipólito, presbítero de la Iglesia de Roma, fueron desaterrados juntos a Cerdeña, el año 235, por el emperador Maximino el Tracio, que los condenó a trabajos forzados en las canteras. Allí cumplieron juntos una condena común y, al parecer, fueron coronados con una misma corona, la del martirio. Después sus cuerpos fueron trasladados y enterrados en Roma, Ponciano en el cementerio de Calixto, Hipólito en el cementerio de la Vía Tiburtina. El pontificado de Ponciano se vio turbado por la continuación del cisma que había provocado el famoso escritor Hipólito. En el común cautiverio, ambos se reconciliaron antes de su muerte. Ponciano renunció el año 235 a la sede de Roma, y dejó expedito el camino para su sucesor san Antero. Hipólito, fecundo escritor, de tendencias rigoristas, estuvo en desacuerdo con la elección del papa san Calixto I (217-222), y él mismo fue elegido antipapa. El desatierro a Cerdeña fue el camino de la reconciliación en la Iglesia-
Oración: Te rogamos, Señor, que el glorioso martirio de tus santos aumente en nosotros los deseos de amarte y fortalezca la fe en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Dijo Jesús a sus discípulos: -Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo (Lc 12,35-37).
Orar con la Iglesia:
Oremos al Señor. Él es nuestro auxilio y escudo.
-Por la Iglesia, llamada a vivir en la provisionalidad de este mundo.
-Por los que pasan la vida en la inconsciencia, sin sentido de responsabilidad.
-Por los que alertan en la sociedad a vivir con sensatez y no son comprendidos.
-Por nosotros, que hemos oído la advertencia del Señor: «Estad preparados, como los que aguardan, en vela».
Oración: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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