En busca de las señales
Podemos pensar que todo lo que la vida nos ofrece mañana es repetir lo que hemos hecho ayer y hoy. Pero si ponemos atención, nos daremos cuenta de que ningún día es igual a otro.
Cada mañana nos trae una bendición escondida, una bendición que sólo sirve para este día,y que no puede ser ni guardada ni desaprovechada. Si no usamos ese milagro hoy, se perderá.
Este milagro está en los detalles de lo cotidiano; es necesario vivir sabiendo que a cada instante tenemos la salida para el problema, la manera de encontrar lo que está faltando, la pista adecuada para la decisión que precisamos tomar para modificar todo nuestro futuro.
Pero ¿cómo tener el coraje para eso? A mi entender, Dios habla con nosotros a través de señales. Es un lenguaje individual que requiere fe y disciplina para ser absorbido.
"El hombre moderno ha querido eliminar de su vida las inseguridades y dudas de su vida; y ha terminado por dejar a su alma muriendo de hambre. El alma se alimenta de misterios", dice el deán de la Catedral de San Francisco.
Existe un ejercicio de meditación que consiste en añadir un motivo para cada una de nuestras acciones.Por ejemplo: "yo leo ahora el diario porque quiero informarme", "yo camino hasta la puerta porque voy a salir de casa". Y así sucesivamente.
Buda llamó a ésto"atención consciente". Cuando nos vemos repitiendo la más común de las rutinas, nos damos cuenta de la riqueza que ronda nuestra vida. Comprendemos cada paso, cada actitud. Descubrimos cosas importantes y también pensamientos inútiles.
Al finalizar la semana, estamos más conscientes de nuestras faltas y distracciones, pero también entendemos que en ciertos momentos no había ningún motivo para actuar como actuamos y seguimos nuestro impulso, nuestra intuición; es ahí que empezamos a comprender este lenguaje silencioso que Dios usa para mostrarnos el camino acertado. Lo pueden llamar intuición, señal, instinto, coincidencia, no importa el nombre. Lo que importa es que a través de la "atención consciente" nos damos cuenta de que estamos siendo guiados muchas veces hacia la decisión adecuada.
Y esto nos hace más confiados y más fuertes.
Paulo Coelho
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