SAN AGUSTÍN. Obispo y doctor de la Iglesia. Nació en Tagaste (en la actual Argelia) el año 354. Tuvo una juventud inquieta y desviada en cuanto a doctrina y costumbres. Estudió en Cartago y cayó en el maniqueísmo. Su madre, santa Mónica, no cesaba de llorar y orar por él. Marchó a Roma y de allí a Milán como profesor de retórica. Los sermones de san Ambrosio y las cartas de san Pablo lo llevaron a la fe cristiana; lo bautizó el año 387 el mismo san Ambrosio. Vuelto a su patria, llevó vida ascética con algunos amigos, consagrada a Dios y al estudio de las Escrituras. Elegido obispo de Hipona (en la actual Argelia), durante 34 años fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, que abarcan todos los ámbitos del saber de entonces, con los que ha contribuido en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana; al mismo tiempo luchó con profundidad y sabiduría contra dos grandes herejías, el donatismo y el pelagianismo. Fomentó la vida monástica. Murió el 28 de agosto del año 430.
- Oración: Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín, para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de ti, fuente de la sabiduría, y te busquemos como el único amor verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico :
De la carta de san Pablo a los Romanos: -Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias (Rm 13,13-14).
Orar con la Iglesia:
En la conmemoración de san Agustín, oremos al Señor, fuente de toda verdad y sabiduría.
-Por el papa y los obispos, a quienes Cristo ha confiado la misión de enseñar con autoridad la palabra de Dios.
-Por los teólogos, que profundizan en la Sagrada Escritura y en la fe de la Iglesia, para exponerlas con sencillez y claridad.
-Por los profesionales de la enseñanza en todos los ramos del saber humano.
-Por los creyentes, que nos alimentamos en la mesa abundante de la Eucaristía y de la Palabra.
Oración: Señor, Padre santo, que nos has enviado a tu Hijo, tu Palabra, como luz y vida del mundo, haz que permanezcamos siempre atentos a la escucha de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
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