Incluso un camino sinuoso, difícil, nos puede conducir
a la meta si no lo abandonamos hasta el final.
Distingamos un sueño de una meta.
Una meta es un sueño con una fecha concreta
para convertirse en realidad. Un sueño es solo un sueño,
algo que está fuera de la realidad.
Lo mejor es atreverse a soñar,
pero esforzándonos para lograr que esos sueños se hagan realidad.
Apuntemos hacia la luna, pues aunque nos equivoquemos,
iremos a parar a las estrellas…
Y cuando nos pongamos una meta difícil
o creamos que un sueño es imposible,
recordemos que el éxito es sólo la recompensa,
pues lo que vale es el esfuerzo.
Paulo Coelho.