Tres, fueron los motivos para perderte. Dos, las razones para olvidarte. Una, la necesidad de dejarte, sin embargo, por mas que lo pienso no dejo de extrañarte.
Tu, que me has visto caer y volver a levantarme. Tu, que creaste mi ser y nunca podre pagarte. Tu, que me viste crecer y yo siempre intente agradarte.
Ahora, que lo que nos separaba se acaba y es tiempo de recordarte que ni la distancia, ni el olvido ni lo mas triste de lo ocurrido han hecho que pueda perdonarte. Por ello nunca te perdonaré que de ti, no pueda separarme. Eres la tierra que me vió nacer, te quiero, y no se como no amarte.